Un sensor, es
básicamente un dispositivo electrónico que convierte magnitudes físicas en
variables eléctricas; las magnitudes más comunes a tener en cuenta en un sensor
son: temperatura, humedad, caudal, masa, volumen, entre otros.
A diferencia de lo que
es un transductor, un sensor siempre se tiene en cuenta la magnitud en la que
se esté tomando, siempre y cuando tengan diferentes etapas para la
visualización al usuario. Usualmente un “sensor”, no es la parte que recepciona
la magnitud física del entorno, sino una de las etapas del elemento lector.
Las características de
un sensor se describen de la siguiente forma:
•
Rango de medida
•
Precisión
•
Desviación de cero
•
Linealidad
•
Resolución
•
Rapidez de respuesta
•
Repetitividad
Un sensor es un tipo de
transductor que transforma la magnitud que se quiere medir o controlar, en
otra, que facilita su medida. Pueden ser de indicación directa (e.g. un
termómetro de mercurio) o pueden estar conectados a un indicador (posiblemente
a través de un convertidor analógico a digital, un computador y un display) de
modo que los valores detectados puedan ser leídos por un humano.
Por lo general, la
señal de salida de estos sensores no es apta para su lectura directa y a veces
tampoco para su procesado, por lo que se usa un circuito de acondicionamiento,
como por ejemplo un puente de Wheatstone, amplificadores y filtros electrónicos
que adaptan la señal a los niveles apropiados para el resto de los circuitos.